Héroes y villanos de las redes sociales

Las redes sociales, como sabemos, son sitios de encuentro para compartir momentos y experiencias, talentos y hobbies. Sin embargo, en los últimos años se ha venido consolidando una nueva (¿o no tan nueva?) tendencia en las redes; ridiculizar a alguien a través de videos que se vuelven virales en plataformas como Instagram, “X” (antiguo Twitter), Tik Tok, etc.

Imagen tomada de: https://www.foodiespr.com/2022/08/como-manejar-las-redes-sociales/

Más allá de lo “gracioso” que pueda resultar el grabar a una persona mientras resbala y cae o tomarle fotos a otra desprevenida (como nos ocurrir a nosotros), lo cierto es que este tipo de videos han calado muy hondo en el subconsciente colectivo y se convierten en material para todo tipo de memes o stickers de WhatsApp. Pero la pregunta que quiero plantearles es: ¿Podemos llegar a ser parte del problema cuando le damos visibilidad a este tipo de contenido en las redes, a través de “likes” o compartiéndolo con nuestros familiares y amigos?

Si bien el uso de teléfonos móviles ha servido para mejorar la convivencia en espacios públicos, generar conciencia sobre temas como el maltrato animal, denunciar lugares que se convirtieron en focos de inseguridad o mostrar la realidad en la que viven muchas personas en nuestro país y el mundo, lo cierto es que los videos que se ponen en tendencia, desafortunadamente, muchas veces tienen que ver con personas que se vuelven objeto de burlas por parte de los internautas y usuarios de las ya mencionadas aplicaciones.

Imagen tomada de: https://www.epe.es/es/espana/20220502/acoso-escolar-bullying-hijo-quiere-llorar-13597660

Aunque la ley colombiana aún no es muy clara respecto a este tema, debemos considerar aspectos éticos sobre las implicaciones que puede traer la viralización de este tipo de contenido para la vida de los protagonistas. Recibir burlas en la calle, acoso en internet, amenazas o incluso agresiones físicas, que pueden resultar en tragedias. En este sentido, es necesario que tengamos conciencia sobre las consecuencias que puede traer subir, y especialmente, compartir este tipo de material en las redes.

Quizá nos parezca gracioso en el momento pero ¿Qué consecuencias puede traer esto para la vida de la/s persona/s que sin pensarlo fueron grabadas en un momento inadecuado?. Mientras una publicación de este estilo “pasa de moda”, puede ocurrir que el implicado quede con secuelas de índole psicológica y/o física. Dicho lo anterior, quisiera plantear una reflexión para estudiantes y padres de familia: mi invitación es a que revisemos el tipo de contenido que estamos consumiendo a través de las redes sociales y poder hacer un filtro de manera sensata, donde le demos prioridad a contenidos de calidad tales como audiolibros, que muchas veces facilitan el aprendizaje, teniendo en cuenta los agitados días en los que vivimos actualmente, podcast donde se discuten temas de interés científico, influencers que hablan sobre filosofía para la vida, como el estoicismo (el cual les recomiendo muchísimo) para afrontar los viscicitudes de nuestra realidad o los ya famosos tutoriales de cocina, deportes o ejercicio, que nunca van a sobrar en nuestra “playlist”.

Por favor, no hagamos virales publicaciones que no aportan nada a nuestro intelecto, crecimiento personal o desarrollo físico. Nuestro cuerpo y mente nos lo agradecerán siempre.

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